Instinto

Mujer salvaje. Puro instinto.
Moverse en tierras sinuosas, caminos de lodo, senderos de arena floja.
Audaz. Atrevida. Sin estribos.
Asi era ella.

Mujer águila. Erguida , imponente, soberbia , majestuosa.
Depredadora de sueños, celosa de su cría , intrépida.
El vuelo puede ser duro a veces.
Cambia con el tiempo.
Nos obliga a retirarnos de los lugares escarpados.
Descender de la cima.

Quizás volar alto no era lo mejor, se dijo.
A partir de ahí guardo silencio en su camino, voló bajo, miró prudente.
Desafió al instinto de sus entrañas. Fue en contra de su esencia.
Busco pausas.
Calma.
Agua.
Sosiego.

Y así se sintió vacía. Se descubrió distinta. Otra.
No era ella. Algo la llamaba desde adentro . Algo la empujaba hacia el abismo.
Quería volver a volar alto. No importaba cuando. Cuando el viento la ayudara.
Volar como cuando los aires no la atemorizaban. Volar sin ataduras.
Volar sin miedos que la paralizan. Desafiar la tormenta. Ahuyentar los peligros.
Desafío. Volver a su esencia.
Sensual. Perceptiva. Paciente, por una vez.
Era necesario pulir sus uñar, cambiar el vollaje. Perfeccioanr el vuelo. Su vuelo .
Era imperisoso mirar hacia adentro . Sentir su sangre. Florecer .
Plena.
Salvaje, cuidadora de almas lastimadas en su vuelo.

No podia, no debía, no quería dejar de volar ante el llamado de ayuda.
Debía cuidarse para poder cuidar.
Debía parirse para vivir.
Gritos de ayuda en el camino.
Silencio de esperas.

Estaba lista. Pronto emprendrería el camino de regreso.
Invento cuerdas de plata para sostener sus alas.
Las imagino y salió.
Voló, está volando sin rumbo .
Sin rumbo, pero alto. Muy alto.
Alguna corriente acariciará su vuelo, será magico.
Allí , quizás se vuelva a encontrar.

Aguila resonante azul.