viernes, 4 de septiembre de 2009

Volver a mi cuerpo


Noche de luna llena. Noche autoexistente azul
Onda encantada del sol

Anidaba sueños
Que rompían en orillas
Derramaba sangre
Que engendraba vida.

Acunó entre aguas
Capullos nacientes
Arrullo sin pausa
Sollozo sus lagrimas
Renombro el despliegue.
que mantuvo intacto
A través de años sin prisas, sin suertes.

Deshojó los pétalos, se quedo sin horas
Capullo vacío, intacto, sin dueños
Guardo recelosa sus tiernos recuerdos
De salvaje ronda, de espacios sin tiempos.

Renombro su abismo con luces brillantes
Añoro los tiempos de flores rojizas
Pudor, inocencia, silencios candentes,
Mariposas al viento… sin rumbo, precisas.

Pasaron los tiempos, los soles, las noches,
las flores, la espuma y los resplandores
Escondió callada su matriz de tierra,
Se sentó y sin prisa… durmió tiernamente..

Renombro su vida con palabras nuevas
Abismo brillante
Orilla de flores rojizas.
Frescura sin agua
Cueva luminosa que duerme…y se pierde.


En honor a mi útero que dio vida a mis hijos: Lucía e Ignacio
Águila resonante azul
Viviana

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